En estado de alegría
Evangelio según san Juan (14,15-21)
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Si me amáis, guardaréis mis mandamientos. Y yo le pediré al Padre que os dé otro Paráclito, que esté siempre con vosotros, el Espíritu de la verdad. El mundo no puede recibirlo, porque. no lo ve ni lo conoce; vosotros, en cambio, lo conocéis, porque mora con vosotros y está en vosotros. No os dejaré huérfanos, volveré a vosotros. Dentro de poco el mundo no me verá, pero vosotros me veréis y viviréis, porque yo sigo viviendo. Entonces sabréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí y yo en vosotros. El que acepta mis mandamientos y los guarda, ese me ama; y el que me ama será amado por mi Padre, y yo también lo amaré y me manifestaré a él».
Palabra del Señor
El Espíritu no se ve, ciertamente; pero es imposible ocultar por mucho tiempo su presencia. Le ocurre lo que el viento: no lo vemos, pero percibimos su frescor, o su empuje, o la fiesta de las hojas a su paso. Le ocurre lo que a la alegría: aparece, quiérase o no, asomada a los ojos, a la sonrisa. Le ocurre lo que haga amor.
El Espíritu entra en nosotros de la mano del Señor Resucitado. Antes ya estaba, sí, de otra manera: cuando el Padre trabajaba en silencio nuestro corazón, cuando su amor nos cortejaba, cuando su Palabra nos llamaba desde la tempestad, o desde el ejemplo de un amigo, o desde la belleza de un amanecer. Pero sólo el día en que nuestra alma decidió, libremente, rendirse al "acoso" de Dios, sólo entonces, el Espíritu de Jesús se nos entró por las puertas y tomó posesión de nuestra casa.
"El mundo no puede percibirlo porque no lo ve ni lo conoce ". Sólo podrá percibirlo si los cristianos lo hacemos visible con nuestra alegría, con nuestro amor, con nuestra tenaz esperanza. Dicho de otra manera: si nuestras comunidades no viven en estado de alegría, si no se nota que nos queremos, si nuestras mutuas relaciones no están basadas en la justicia y la verdad, ¿no será que, por más que pensemos lo contrario, no viven nosotros el Espíritu del Señor?
¡Feliz Domingo!
¡Paz y Bien!