Skip to main content
EVANGELIO Y REFLEXIÓN DIARIA. FRAY MANUEL DÍAZ BUIZA

Este es mi Hijo amado


23 Febrero 2019

Marcos (9,2-13)Evangelio según san Marcos (9,2-13)

 En aquel tiempo, Jesús tomó consigo a Pedro, a Santiago y a Juan, subió aparte con ellos solos a un monte alto, y se transfiguró delante de ellos. Sus vestidos se volvieron de un blanco deslumbrador, como no puede dejarlos ningún batanero del mundo.
Se les aparecieron Elías y Moisés, conversando con Jesús. Entonces Pedro tomó la palabra y dijo a Jesús:
«Maestro, ¡qué bueno es que estemos aquí! Vamos a hacer tres tiendas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías».
No sabía qué decir, pues estaban asustados.
Se formó una nube que los cubrió y salió una voz de la nube:
«Este es mi Hijo, el amado; escuchadlo».
De pronto, al mirar alrededor, no vieron a nadie más que a Jesús, solo con ellos.
Cuando bajaban del monte, les ordenó que no contasen a nadie lo que habían visto hasta que el Hijo del hombre resucitara de entre los muertos.
Esto se les quedó grabado y discutían qué quería decir aquello de resucitar de entre los muertos.
Le preguntaron:
«¿Por qué dicen los escribas que primero tiene que venir Elías?».
Les contestó él:
«Elías vendrá primero y lo renovará todo. Ahora, ¿por qué está escrito que el Hijo del hombre tiene que padecer mucho y ser despreciado? Os digo que Elías ya ha venido y han hecho con él lo que han querido, como estaba escrito acerca de él».
Palabra del Señor

El Señor se lleva a Pedro, a Santiago y a Juan a un lugar apartado, a lo alto de una montaña, les dice que abandonen los caminos en lodados y que tomen una cierta distancia para ver mejor el horizonte.
Se los lleva a un lugar apartado, lejos del bullicio, para escuchar en paz la llamada que viene de lo alto.
Se los lleva a un lugar apartado, cerca de Dios, para volver a descender poco después y vivir en medio de los hombres.
Su rostro brilló como un ascua, sus vestidos fueron pura luz. Rostro de hombre en el que Dios se manifiesta; vestiduras de alegría que envuelven el cuerpo del amado abocado a una muy temprana muerte.
En lo alto, sobre la desnuda cima, la mirada cansada de aquellos hombres ha contemplado el rostro de quien nadie puede ver y seguir viviendo. Una nube de paz les cubre con su sombra y escuchan la voz de Dios: "'este es mi hijo".
Ellos sienten miedo y caen rostro a tierra al escuchar las palabras del Padre que se inclina sobre la miseria de los hombres para devolverles la dignidad perdida por el pecado, la vida perdida en el jardín del edén por Adán y Eva al querer alzarse contra Dios.
No nos queda más camino que abandonar nuestra suficiencia y contemplar a Jesús, en quien viene Dios a empezarlo todo de nuevo por nosotros los hombres. No hay más verdad que esta: somos hijos amados de Dios y tenemos que vivir como tales.
¡Aprópiate de esta gran verdad y lucha por reivindicar tu condición de amado del Señor¡ No dejes que otras palabras y otras voces ahoguen la voz suave y firme de Dios que en la soledad de tu corazón te llama a vivir como hijos.

¡Paz y Bien!


Bitácoras


Apuntes litúrgicos

Domingo de la Divina Misericordia

06 Abril 2024
Apuntes litúrgicos

Cirio Pascual

06 Abril 2024
Apuntes litúrgicos

Domingo Pascual

31 Marzo 2024
Apuntes litúrgicos

Sábado Santo

30 Marzo 2024